Sex and the City 2 – Poca ciudad y nada de sexo
Así es amigos cinéfilos! Si fueron en busca de esas dos palabras claves que componen el título de la exitosa serie televisiva que causo furor… lamento informarles que saldrán muy decepcionados.
Si bien siempre fui fanática de la serie, esta película no trajo ninguno de los condimentos que nos obligaba a las más fieles fanáticas sentarnos frente al televisor a disfrutar religiosamente de un capítulo más semana tras semana.
¿Quién no se sintió cautivada por la historia de cuatro mejores amigas, mujeres independientes y triunfadoras que aniquilaban capítulo a capítulo todo los tabúes y nos relataban cada detalle de su vida privada e íntima con un despampanante glamour custodiadas por las maravillosas luces de la ciudad que nunca duerme?
Una receta perfecta para el éxito.
Varias temporadas más tarde, llegan a su final las historias de Carrie y sus secuaces, dejando con ganas de algo más a los fanáticos.
Esas “ganas de algo más” fueron calmadas con la primera película que se estrenó en el 2008, la cual recaudo fabulosas sumas del amigo verde en taquilla pero el encanto que caracterizaba a la serie, brilló por su ausencia.
¿Es un éxito taquillero hoy en día la excusa perfecta para desangrar a los personajes y probar la paciencia de sus fieles fanáticos?... ¿o simplemente una obligación?
Aunque nunca sepamos la verdadera razón de porque se realizan las secuelas innecesarias, Sex and The City 2 dejó en claro que las segundas partes nunca son buenas.
Esta vez, nos relatan la historia de una Carrie casada y aburrida con problemas bastante memos que se resumen en la constante pelea que tiene con Mr. Big porque ella quiere salir farrear, y él, prefiere quedarse en el sofá a ver la tele como un ganso. Si, no estoy jodiendo cuando les cuento que a esto se redujo el drama matrimonial de Carrie.
Miranda por otro lado lucha contra el machismo en las grandes corporaciones y se da cuenta que es más importante pasar un día con su hijo que ser una trabajadora compulsiva… nuevamente parece que les estoy jodiendo, pero no.
Luego Samantha, adicta a la eterna juventud, ingresa a los terrible 50, lidiando con todo lo que eso conlleva: cambios corporales, sudoración extrema, trastornos ciclotímicos y lo que todas las mujeres temen: la bendita menopausia! Esto sí puede llegar a ser un poco más divertido.
Por último Charlotte quien pelea con sus hijas malcriadas y lloronas, hace pastelitos y lidia con una niñera que no usa corpiño. Juro que no estoy jodiendo!
Yo no sé que es más patético, que el apuesto Mr. Big se convierta en un esposo aburrido o el intento de trama que no lo logra.
La película, que nos da la tediosa sensación de nunca acabar, debo darle un solo crédito: La impecable actuación de Kim Cattrall, en su tan conocido papel de come-hombres Samantha, que como les mencioné antes, hace que lidiar con la menopausia sea lo más destacable del film. Le di este único crédito a mi ídola Kim porque lo monótono se vuelve un fiel compañero luego de hora y media de estar sentada viendo a las mismas protagonistas con chistes boludos, paseándose sin gracia en tacones caros sobre la arenas de Abu Dabhi… ah sí, les mencioné que el desarrollo principal no transcurre en Nueva York?
Y de allí sale la inevitable pregunta…
Porque cuando sienten que una serie está perdiendo el interés, o simplemente tocó ese punto sin retorno que indica “hasta aquí llego el éxito de esta serie” los productores, creadores y otros llámense “genios” detrás de las gigantescas maquinarias de hacer dinero en Hollywood deciden e insisten en trasladarla a otro país o escenario completamente distinto esperando que esto reviva la llama?
Y fue gracias a esto que nos encontramos con camellos, sudor, burqas, mercados de abasto y una publicidad excesiva a los hoteles 7 estrellas que solo podemos encontrar en ciudades como Dubái o Abu Dabhi… definitivamente se perdió el encanto y la magia.
Sin olvidar lo más importante, me corresponde informarles que la falta de sexo fue también un factor que jugó en contra. Está bien, me corrijo, la falta de “buen” sexo (como el de antes) jugo en contra, porque por supuesto que hubo sexo, pero uno que parecía que fue obligado a estar allí, como adicional y para rellenar, sin encanto y sin una historia detrás de él. Sabemos que el sexo a veces no necesita una excusa para aparecer… pero el que hizo su aparición en pantalla fue mejor que no aparezca del todo.
¿Recomendación?
Para verla única y exclusivamente si sos mujer, te sobra el tiempo y la guita, no tenés un pedo que hacer un domingo a las 4 de la tarde porque llueve y las actividades al aires libre fueron canceladas… esta demás decirte que NI SE TE OCURRA llevarle al novio, chongo o prospecto de matrimonio en cuestión, aunque siempre hay excepciones: amigos gays se aplican en estos casos como excelentes acompañantes… pero hombres heteros deben abstenerse, a toda costa.